Rebeca
*inserte titulo original*
Cuando Rebeca toca el violín se
olvida de todo lo que ha tenido que pasar. Al son de la música, una dulce
amnesia se hace presente y la hace pasar al menos un buen momento dentro de
toda la mala suerte que le ha tocado tener.
Termina la canción y una ronda de
atronadores aplausos se hace presente en el teatro. Termina la canción y la chica,
aunque orgullosa de su trabajo no puede evitar recordar su vida. Recordó cuando
tenía meses y su padre las abandono a ella y a su madre; recordó como cuando
tenía diez años cumplidos y su madre murió por una enfermedad producto al
contacto de productos tóxicos a los que estaba expuesta en la fabrica en la que
trabajaba; recordó como la llevaron con su tío, su único pariente vivo, en un
apartamento completamente desatendido, que prácticamente se derrumbaba.
Trató de no recordar esas palabras
de apariencia amable, pero que escondían un significado oscuro; trato de no
pensar en esas caricias que aparentaban un juego, pero que no lo eran; trató de
no pensar en él, quien le hizo tanto daño; trato de no pensar en su gesto de
extremo placer cuando estaba con ella; de no pensar en los tres años en los que
vivió allí, pero no pudo evitarlo.
Luego vino el incendio en su edificio
donde ella fue una de las pocas sobrevivientes, su llegada al centro de
adopción, y pocos meses después su llegada a una casa extraña.
Se subieron al auto, ambos en la
parte trasera, uno al lado del otro, el conductor partió y al fin las
conversaciones salieron a flote, un poco forzadas. Él la felicito por su
trabajo, le dijo que era muy talentosa y que le había encantado; ella mirando
por la ventana, le respondía algo seca, le dio las gracias y le contó que a
ella también le había gustado el ambiente, no le contó como la había hecho
sentir, ni de todo lo que olvido cuando estaba en escena, no, aun era muy
temprano para eso.
– oye Beca, no me gusta dejarte sola con
Evelyn – dijo de pronto, Evelyn era su esposa, así que algo sospechaba, por
primera vez en la noche ella lo miró a los ojos, estos mostraban verdadera
angustia – pero debo realizar un viaje de trabajo, es muy importante, solo
serán tres días.
– entiendo – respondió ella, aunque
no le gustaba quedarse sola con el resto de su “familia”, esta vez vio una
oportunidad – solo tres días – susurró.
– ¿tú quieres algo? – le preguntó.
– solo que vuelvas por mi - le dijo
ella.
Ese día vio el auto partir pensando
en lo que vendría.
Cuando él llegó preocupado,
abrazándola y preguntándole que había pasado, ella solo atino a mirarlo en
silencio, como era habitual en ella, al ver que nada podía ser recuperado, el
hombre, se tragó su pena y la subió al auto para empezar de cero, Rebeca miró
por ultima vez las cenizas y el humo y por primera vez en año se sintió
aliviada y sonrió.